La mujer grillo

Hoy he conocido a la mujer grillo

Mas que un grillo era una manada de grillos. Si, manada, a lo bestia. Su voz era martilleante, incomoda, como un alambre de espinos que entraba por mis oidos y arañaba y desgarraba los timpanos. Que voz. Y no se podia callar, Hablaba de carrerilla, varios minutos, sin coger aire. Pensaba que acabaria ahogandose, pero no, se ve que respiraba por agallas. Uno nunca sabe cual es la fisonomia y morfologia de una mujer grillo.

Y no escucha. Nada. No ha escuchado ni una sola palabra de lo que le he dicho. Y sonreia. Una sonrisa boba, como de no enterarse de nada. Pero claro, ¿de que se va a enterar si era una mujer grillo y hablabamos idiomas diferentes?