consecuencias

Se me fue el sábado. Completamente. ¿Por qué? Fuímos a IKEA. Así que cayó (además de una lluvia torrencial) una mesa de jardín, con sus sillas y su banco (regalo de los papis por el santo del domingo). Hasta ahí todo bien. Y una vez allí, por supuesto, no íbamos a desaprovechar el momento: cayeron los paneles japoneses para el salón. Pero claro, la emoción del momento me llevó a elegir (también) la lámina (de Nueva York, me gustan las fotos de ciudades) de la entrada y a dudar sobre una estantería. Y esa duda me llevó a no comprarla y salir de IKEA (tras 3000 horas allí) e ir a BO Concept a comprobar una mesa que me había gustado para el despacho (por lo de los colres y tal).

Consecuencia 1: compré, en BO, cama, las baldas (o lejas que decimos por aquí), la consola de la entrada y la mesa del despacho con su carrito correspondiente.

Consecuencia 2: si me van a traer todo tiro la casa por la ventana y que me traigan el sofá nuevo ya, de modo que esta semana lo encargo.

Consecuencia 3: ahora tengo que pintar la casa (he decidido pintarla yo) y solo tengo un mes.

Consecuencia 4: si voy a pintar entonces tendré que llamar hoy mismo para que me hagan las paredes decorativas de piedra y pizarra que quería para el salón y la habitación (eso no se hacerlo yo)...

Demasiadas consecuencias. En mes y medio el cambio en el piso será tremendo. Como tremenda y temblando se va a quedar mi cuenta corriente. ¿Quien me mandaría a mí ir a IKEA?