L os t y las reflexiones matinales del sábado

Anoche,justo cuando el sueño me alcanzó, dejé a Maureen, Jess, JJ y Martin deliberando sobre el suicidio y sobre la importancia de la vida, de sus propias vidas, lo que inevitablemente me lleva a pensar en sí sobre la VIDA en mayúsculas: la mía y la VIDA general. Sobre la mía ya he hablado en otras ocasiones así que, en esta ocasión el tema va centrado sobre el punto 2:

¿Qué es la VIDA general?

Supongo que aquella que compartimos todos los seres vivos de este planeta, especificamente la raza humana, con sus espacios comunes, sus zonas habilitadas para la convivencia, sus zonas de ocio, sus zonas para los trapos sucios...

Y ahí, justo en ese punto, me planteaba que, exponencialmente, las zonas para los trapos sucios, en este raído planeta, le estan ganando espacio y batalla a pasos agigantados al resto de áreas, comunes o no, que la raza humana dispone...

Y es que vivimos en un mundo curioso reinado por una raza extraña, la humana, que se dedica a realizar ejercicios soprendentes de malabares, luces, magia y prestidigitación. Y es un modo sutil de utilizar el lenguaje para no llamar a las cosas por su nombre cuando uno lee que Boston quedó bajo mando militar por una puñetera campaña publicitaria de Cartoon Network (cuya imagen era el muñequito de ahí arriba) confundida por un ataque terrorista que ha llevado a su vez a la dimisión del presidente de la cadena. Increible. Como increible es que entre todos los humanos nos dediquemos a aterrarnos con algo tan mezquino como el terrorismo. O cuando uno descubre que NO fue secundado mayoritariamente el primer apagón mundial por el cambio climático y que el próximo 14 de febrero, de 22:55 a 23:00 horas será el segundo y, esta vez, no podemos fallar...

Se que podría empezar a relatar temas relacionados con la humanidad que reflejaran crueldad, curiosidad e incluso ¿por qué no? indiferencia (otra cosa no, pero sorprendentes somos un rato) y no dejaría de escribir durante horas, pero claro, esto solo era una reflexión matutina de un sábado por la mañana en el que tengo que esperar una llamada para salir de miniviaje de trabajo a acabar otro proyecto que entregaré proximamente y del que, si lo aprueban, puedo salir especialmente beneficiado en el futuro... Así que me temo que voy a dejar de meditar, de escribir y me voy a plantear despegar del sofa, que ya va siendo hora...

buen finde.