marea
Ya llegó el otoño...
Y me sorprende todavía, cada año, lo pronto que comienza a anochecer, el primer viento fresco de las noches, la sensación de fresco/calor/fresco de las mañanas/tardes/noches, la melancolía que comienza a invadir todo, poco a poco, hasta alcanzar cumbre en Navidad...
Ver la vida pasar sigue siendo una sorpresa daria, a veces buena, otras muy buena, otras terrible... La vida sigue, decía, con mi abuela cada día más lejos, pero resistiendo; con muchísimas horas de esfuerzo laboral tratando a niños/jóvenes a los que cada día entiendo menos... o más; con el postgrado (felizmente) finalizado; con nuevos horizontes (el Mitjá de Valenciano); con muchísimas ganas y esperanzas de que todo funcione bien... pero con un aire melancólico que no puedo evitar a partir de estas fechas, que sé que se incrementará conformen nos quiten una hora de luz el mes que viene y que hará cumbre en Navidad...
Me sorprende cada día esta sociedad de relaciones interesadas y destructivas, de hacer daño por intereses personales, egoísta... y me sorprende ver las artes manipulatorias que emplea la gente para conseguir sus fines... con 31 es cierto que he dejado de ser un pardillo, que me anticipo a la jugada (aprendí a base de golpes) y que prefiero la tranquilidad que da saber a que se juega y ser el dueño de la baraja, pero no puedo evitar ser un soñador que vive en un mundo de Yupi ideal... o en el mundo de Wayne, con Los Piratas (añorados Piratas pese a Iván Ferreiro).
Suenan las voces de Bunbury y Vegas, tarareo a Fito, busco música que me alimente, añado cd`s regalados por compañer@s a los que ya tengo en el coche, coverso una y otra vez sobre algún video o disco nuevo, sobre una canción que me hace estremecer o que es perfecta para viernes noche tras salir del trabajo, conduciendo sobre patines con estilo sobre éstas raidas carreteras españolas... y pienso que soñar es precioso, que los sueños, como dijo Calderón, sueños son, pero que bonitos, que suaves, que ceguera más tonta y dulce donde emborracharse antes de volver a la realidad...
Me gusta ver a Raul de vuelta, es la metáfora del guerrero, la sensación de estar viéndome en un espejo, una vuelta de tuerca, un toque de atención, un cuidado que voy, que estoy, que sigo... Me gusta la gente luchadora... como dijo Manu Chao... "me gustas tu"